24 sept 2013

Origen e Historia del Karate.




El Karate Do (camino de la mano vacía) tiene su origen en la remota isla de Okinawa, situada a medio camino entre la Asia continental y las islas de Japón. Permanecía independiente hasta hace menos de 200 años, como un enclave comercial y punto de abastecimiento de todos los barcos que navegaban cubriendo las rutas comerciales de la antigua Asia. 


Esta función de puente entre culturas se introdujo en todos los aspectos de la vida de los habitantes de la isla, desde la lengua a las artes de lucha. 


Existe la errónea creencia de que el Karate fue desarrollado originariamente por los campesinos que hartos de la opresión samurái, y bajo la ley que prohibía la tenencia de ningún tipo de armas a la población civil, comenzaron a desarrollar una manera de defenderse de quienes les atacaban.
Actualmente esta teoría esta desechada por la mayoría de historiadores bajo el lógico argumento de que los campesinos que trabajaban en los campos de sol a sol para difícilmente ganarse algo que comer, no podían preocuparse de otros menesteres como la lucha.




Entonces, ¿cuál es el origen del Karate? Básicamente nuestro arte marcial se desarrolló por 2 vías. 
En la capital del reino de Okinawa (Shuri) residían las fuerzas militares del rey, los samurái o pechin, quienes se dedicaban exclusivamente a labores de seguridad y mantenimiento del orden, tanto de los nobles como del pueblo llano. Estos pechin tenían por tanto contacto continuo con la confrontación violenta y fueron capaces de reunir y mezclar distintos tipos de luchas (japonesa, china, siamesa...), y dar forma a los primitivos estilos de Karate. 
Por otra parte, los hijos de los okinawenses mas adinerados eran enviados a aprender las costumbres e idioma chino, pues las relaciones con este país era la base de la economía y de la sostenibilidad de la isla, principalmente a la colonia de chinos residentes en Okinawa, y en ocasiones también eran enviados a la misma China en viajes con propósitos educativos a la provincia de Fujian. En la cultura china eran muy importantes las artes marciales y se enseñaban a estos estudiantes como parte de su formación.
Algunos de los jóvenes okinawenses volvían y enseñaban el chuan fa (kung fu) en la isla donde se volvia a mezclar con las artes de lucha autóctonas. 


A lo largo de los siglos las artes de lucha se fueron condensando y fué a principios del ssXX con la explosión de las artes marciales japonesas (Judo, Ju Jitsu, Kendo, Aikido...) cuando se formalizaron los estilos y las escuelas tal y como las conocemos hoy en día.

El Karate se expandió rápidamente por todo Japón donde transformó completamente su identidad pasando de ser un sistema de autodefensa a una disciplina deportiva o un método gimnástico para las tropas. 

Con la llegada de la segunda guerra mundial se utilizaron las artes marciales y en especial el Karate como método de adoctrinamiento y de exaltación de la identidad nacional japonesa, con lo que se introdujo todavía mas en el ámbito militar. Será desde aquí con el final de la guerra y el control estadounidense cuando se expandiría al resto del mundo, y cientos de maestros japoneses viajaron y se establecieron por todo occidente para ganarse la vida enseñando este arte. 





En España la práctica del Karate estaba prohibida durante la dictadura franquista, debido a la creencia de que era un arte peligroso y violento. Fué en los últimos años de la dictadura cuando se relaja esta situación y comienza a enseñarse Karate en nuestro país. 
Los pioneros del Karate en España fueron los judokas (arte que si estaba permitido) que viajaron a Francia y aprendieron Karate, enseñándolo a su vuelta como un deporte asociado al judo, bajo la misma federación. Tambien llegaron a españa muchos maestros japoneses que abrieron los primeros dojos. 



Que fueran gran mayoría maestros japoneses los que diseminaran el Karate explica por que la única versión del Karate que hemos conocido hasta hace pocos años haya sido la japonesa, deportiva, gimnástica y educativa, siguiendo los dictados de los demás Do (Judo, Kendo, Aikido) japoneses cuyo ánimo no es la autodefensa, sino cultivar el cuerpo y la mente y proporcionar sistemas reglados de competición. 

Es desde principios de los años 80 cuando paulatinamente los grandes karatekas occidentales se empiezan a interesar por el origen de nuestro arte y comienzan a viajar a Okinawa para aprender el Karate tradicional desde la fuente original. 

Esto supone que poco a poco se vaya extendiendo la versión práctica del Karate por todo el mundo, cada vez llamando la atención de la gente y reenganchando a viejos karatekas que no conocían nada más allá de la competición, aunque en comparación con la rama deportiva somos pocos los que trabajamos (o lo intentamos) el Karate okinawense operativo, cuya alma y sentido es la más pura defensa personal.

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